Thursday, October 6, 2011

En construcción

Si en el 2008 cuando empecé a escribir este blog hacía realidad uno de mis sueños, ahora puedo volver a decir lo mismo...lo cual me lleva a la conclusión de que seré una soñadora, pero qué bien me va esto de soñar!!

Cuando volví de mi viaje en Febrero de 2009 tenía una idea clara: quería volver a viajar. Pero esta vez dedicándome a la gente que se conoce cuando uno viaja. Después de mi experiencia en Baan Saan Rak (Tailandia) supe que quería ser cooperante. Y empecé a encaminarme hacia eso. No es fácil para una publicista de titulo cambiar de profesión, pero como a mí me gusta soñar, y soy una persona tenaz, en Julio de este año la vida dio un giro de 180º y conseguí un trabajo como cooperante expatriada en Angola. Tengo que confesar que tuve que mirar el mapa para saber dónde estaba el país que mi destino marcaba.

Han pasado 3 meses desde aquel 7 de julio, fecha que se graba cada vez con más fuerza en mi vida, y heme aquí, en Luanda la capital más cara del mundo.

Llegué ayer, 5 de octubre, a las 6h de la mañana, con el cielo nublado y bastante calor. Cuando salí del avión me vino un olor a gasolina quemada... pero huele así Africa?? Todavía no lo sé.
Entre lo dormida que estaba, las horas de viaje, y la duda de si mis maletas habrían llegado en el mismo avión que yo pasé el control de inmigración. Presenté mi cartilla de vacunación de la fiebre amarilla y...BIENVENIDA A ANGOLA!

Gracias a una bellísima burgalesa que vive en Benguela, tenía un taxista esperándome para llevarme al hostal. En su coche sonaba la radio, Radio Angola cuyo locutor no dejaba de decir que el tráfico era horrible. Y sí, no se equivocaba. El tráfico en Luanda es una pesadilla. Una empieza a pensar cómo es posible que la ciudad más cara del mundo (podéis comprobarlo en cualquier ránking) tenga tantísimos coches...bueno, la respuesta es fácil, la gasolina apenas cuesta 0,60€/litro y o te mueves de "carro" o no llegas jamás a ningún sitio. Claro, que algo que ayuda mucho a los atascos es que Luanda está en construcción.
Todas las calles principales se están reconstruyendo, pavimentando de nuevo, haciéndolas más grandes. Pero cual es mi sorpresa cuando giramos la calle para llegar a mi hostal y es puro barro, mezclado con basura, puestos de comida, de belleza, de cosas, mujeres con escobas barriendo la calle portando a sus bebés a la espalda como si de canguros al revés se tratara, niños semidesnudos jugando, hombres sentados en sillas rotas hablando, camiones que no caben por la calle... y ese olor a gasolina quemado que me ha penetrado hasta la garganta.
Después de un largo viaje, dormí hasta las 16h de la tarde, no podía con mi vida. Y cuando desperté sonaba música por la ventana. Justo en frente de mi ventana hay unas chabolas y había un grupito de unos diez chavales escuchando música y niños jugando a la pelota.

Ayer por la noche conocí a un amigo, de un amigo de un amigo...Roque. Que quedará impreso en mi primer día en Africa. Un español que trabaja aquí, en Luanda. Con él me atreví a salir del hostal. Fuimos a un bar frente al mar...unas capirinhas y el olor a gasolina quemada desapareció!!!

Hoy fui a la embajada, y a la oficina de la AECID a comentarles que el "freespirit" está en Angola. Todo el mundo fue muy simpático, y todos dicen lo mismo cuando les digo que me voy a Benguela "es un gran destino, gran ciudad, te va a encantar. Y tiene aceras!". El día 12 de octubre nos volveremos a ver, esta vez no para ir a ver a la pilarica como es mi costumbre, sino para ver flamenco y tomar vino...español, of course!

Esta tarde estuve reunida con una mujer que conocí hace una semana en Madrid. Se llama Fernanda, y trabaja para Red Mulher, una organización que asocia a 80 ONGs de Angola que trabajan por los derechos de las mujeres en los diferentes ámbitos de la sociedad. Ella me explicaba que poco a poco van consiguiendo que las mujeres participen en la vida política de este país, y en junio de este año de aprobó la ley de violencia de género (tengo una copia conmigo, cuando la lea os cuento). Ella me explicaba entusiasmada que consiguieron como mucha lucha que esta ley saliera adelante.
Asimismo hablamos mucho de salud, ya que es el tema que me toca. Angola tiene el índice de mortalidad infantil más alto del mundo (acaba de superar a Afganistán) y también uno de los más altos de muerte de mujeres en el parto. Inciso: el proyecto que he venido a realizar aquí es el de capacitación de matronas en el municipio de Benguela.
Así que parece que el proyecto que tengo por delante puede tener un gran impacto en la población.
Las causas de esta gran mortalidad son diversas, pero fundamentalmente son la malaria y que las mujeres no van al hospital a dar a luz. Primero porque aunque la sanidad es gratis, las enfermeras ganan tan poco dinero, que las pacientes tienen que ir con dinero para poder pagarlas y ser atendidas. Y segundo, porque muchas de ellas no se sienten seguras a la hora de ser atendidas por jóvenes enfermeras...sobre todo en los pueblos, no terminan de ver que "la hija de" pueda atenderlas aunque esté formada para ello.
La cultura choca mucho con las medidas de salud que se han de tomar. Pero como me explicaba Fernanda, una guerra de 30 años no se pasa sin más por mucho dinero que ahora tenga el país gracias al petróleo. Hace falta educar las mentes, olvidar el miedo, volver a hermanarse y aprender mucho para que Angola sea un gran país en el que la gente viva feliz.

Angola está como las calles de Luanda...en construcción.


2 comments:

Miguel de Orbegoso said...

Excelente!!! Mucha suerte Miriam!!

Manuel Arenas said...

Que vaya bien la aventura. A ver si la próxima puedo estar en tu reunión de ida, venida o de paso. Que experiencias seguro que tienes unas cuantas....